Marcas… nuestras amigas

Marcas

Las siempre presentes

Estamos rodeados de ellas. Las vemos en los espectaculares mientras conducimos. Nos hablan de ellas por la radio. Las vemos en nuestro televisor. Muchas han estado con nosotros desde nuestra niñez. Varias nos son valiosas para funcionar y muchas otras no nos importan.

Lo queramos o no, las marcas forman parte de nuestra vida y el que aprendamos de ellas para saber como utilizarlas, nos ayudará en nuestra búsqueda de la compra perfecta.

¿Qué es una marca?

No es sencillo describirlo, pues casi cada mercadólogo tiene su definición. Algunas de estas son:

  • “Un nombre o símbolo utilizado para identificar artículos o servicios de el vendedor y para diferenciarlo de los bienes de competidores.”
  • “Una marca es una promesa. Al identificar y autentificar un producto o servicio, proporciona un voto de satisfacción y calidad.”
  • “Un cúmulo de bienes o desventajas que se asocian al nombre y símbolo de una marca para añadir o sustraer a un valor provisto por un producto o servicio.”
  • “Una marca es una recolección de percepciones en la mente del consumidor.”

Como podemos ver, a final de cuentas, lo que una marca busca es convencernos de que es la mejor en su ramo y que podemos confiar en ella irrestrictamente, es decir, nos promete no fallarnos a la hora de satisfacer nuestras necesidades. Esto funciona a nuestro beneficio, ya que nuestra búsqueda se puede reducir a las marcas con la mejor reputación. Para saber cuales son estas solo basta con preguntar a nuestros conocidos, ver o leer los comentarios hechos en artículos de sitios especializados y darnos una vuelta por establecimientos del ramo y hablar con los vendedores sobre lo que consideran la mejor marca.

En sus marcas, listos… ¡escoge!

Ya que hemos hecho nuestra tarea de investigar cuales marcas tienen la mejor reputación, es hora de decidir cual es la que mejor llena  nuestra necesidad. Tengamos muy presente lo que queremos, pues parte de lo que busca la publicidad y los vendedores es que nos llevemos el modelo superultrarequete de lujo, el que trae de todo, incluso, lo que no pensamos en necesitar. Así que mucho ojo, no se dejen deslumbrar por lo que no se tiene planeado usar. Recuerda: las necesidades van por encima de los deseos y caprichos.

Lo anterior no quiere decir que nos vamos a privar de un producto o servicio superior cuando obviamente es lo mejor que ofrece el mercado tanto en precio, calidad, servicio y utilidad. No olvidemos que la meta última es llegar a ser no solo meros compradores, si no compradores inteligentes, que saben lo que necesitan y que desean lo mejor que se pueda obtener por su dinero.

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Necesidad o deseo … esa es la cuestión

¿Cómo sabemos lo que debemos comprar?

La publicidadPublicidad autobus viene a ofrecernos una gran cantidad de artículos con su gran variedad de funciones, colores, tamaños y costos. Además, la publicidad nos da a conocer productos que en nuestra vida habíamos considerado. Y ese es el peligro para nosotros. Se nos abre el apetito por cosas que muchas veces ni ocupamos, ni entendemos y ni siquiera podemos costear… pero que  llegamos a pensar lo bueno que sería tenerlos para ser como los demás, o mejor aún, ser de los primeros en tenerlos para sentirnos diferentes y llegar a ser admirados.

Pero como dicen los clásicos, no todo lo que brilla es oro, y si deseamos llegar a ser compradores inteligentes, debemos de distinguir entre lo que verdaderamente necesitamos y lo que  solo es un deseo que nos puede comprometer económicamente.

Pasemos a distinguir lo que para muchos es obvio, pero que es bueno repasar: la diferencia entre una necesidad y un deseo.

¡Lucharaaán de dos a tres caidas sin límite de tiempooo!

Una necesidad es lo que requerimos para poder vivir, tal como el alimento, agua, aire y así por el estilo. Esto las podemos llamar necesidades vitales, sin ellas, de plano moririamos.

Hay otras necesidades no tan obvias. Por ejemplo, si por nuestro trabajo necesitamos saber utilizar la computadora, el no aprender implicaría perder nuestro empleo. O tal vez donde se vive el transporte público no es confiable (cosa rara, que estamos seguros no pasa donde vives) y por lo tanto necesitamos de un medio propio de transporte para poder cumplir con nuestras obligaciones. Estas serian necesidades prácticas. Todo lo demás viene a caer en la categoría de deseo o capricho.

Los caprichos son costosos por que hacen que utilicemos nuestro arduamente ganado dinero en cosas que no necesitamos y nos privan de lo que si nos es importante. Antes de decidirnos por comprar algo, debemos determinar si es una necesidad legítima o si solo nos estamos engañando para cumplir un capricho. Preguntemonos:

  • ¿Por que lo queremos?
  • ¿Que necesidad viene a cubrir?
  • ¿Afectará el no tenerlo mi calidad de vida o la de mis seres queridos?
  • ¿Puedo comprarlo o implicará una carga económica?

Seamos sinceros con las respuestas, estas nos mostrarán que tan maduros somos a la hora de comprar y también nos enseñarán el camino para comprar inteligentemente.Fajos de dinero

El que aprendamos a distinguir entre lo necesario y lo que no lo es, es lo que nos ayudara a vivir mejor. También no hay que olvidar que no debemos llegar a ser tan estrictos con nuestras compras que no nos lleguemos a divertir, a final de cuentas, de eso se trata ser un comprador inteligente: ser un comprador felíz.

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