El sector servicios y productos andan que no saben que hacer. Sus ventas han bajado y no entienden porque. Dan una y mil razones
- Que si el dólar
- Que el Internet
- Que la crisis
- Que la ingratitud de la gente por no apoyar lo hecho en el país
- Que la competencia desleal de los productos chinos
- Y un largísimo etc.
Lo que más me llama la atención es que no me han preguntado porque compro o no compro. Si yo soy el que tiene necesidad de comprar, ¿Por qué no me han preguntado al respecto?
Tal vez a ti tampoco te lo han preguntado y ahora te estés rascando al cabeza y pensando en que tiene que ver contigo todo esto. Sencillo, tiene que ver todo.
El que compra eres tu, el que tiene necesidades que cubrir eres tu, el que desea que se cubran tales necesidades eres tu. Tú y yo somos los que tenemos las respuestas para todos los proveedores, pero por alguna razón no nos preguntan y en las ocasiones que lo hacen, no sabemos o no queremos darles la información.
Vamos cambiando la mecánica, vamos diciéndoles que es lo que necesitamos de ellos y hagámoslo de la siguiente manera.
Maneras de hacer escuchar nuestra voz
- Encuestas. Esas hojitas sueltas que se encuentran diseminadas en los establecimientos son una buena manera de dar nuestra opinión. Normalmente te piden que califiques el servicio y anexan un recuadro para que dejes sugerencias o quejas. Lo que te haya parecido mejor, di por que y lo mismo has con lo que haya sido peor. Entre más específico, mejor.
- Sugerencias, quejas y felicitaciones. Usualmente hacemos esto verbalmente. Pero ahora si, que las palabras se las lleva el viento. No tires flojera y escribe tus sugerencias, quejas o felicitaciones y entrégaselas al encargado en turno. Se lo más claro posible, deseas que sepan que hacer con la información, sobre todo con lo que tiene que ver con tus quejas. Como detalle adicional, deja una manera en que te puedan contactar. Si no deseas dar tu número telefónico, deja tu correo electrónico. Dales la oportunidad de servirte.
- Exige el servicio y producto que deseas y necesitas. No patrocines establecimientos mediocres o de plano pésimos. No permitas que se te de un servicio de cuarta, tu dinero es de primera. Exige lo justo. Muchos dueños o empleados no tienen ni la mas remota idea de lo que el servicio al cliente es. Edúcalos. Tomate la molestia de hacerlo y explícales por que no piensas regresar más. Hay que sacudirlos para que salgan de su tonta idea de que el favor no lo hacen a nosotros. Nada más alejado de la realidad.
- No te quedes callado. Ahí esta uno, quéjese y quéjese de lo malo de los servicios, pero no hace uno nada. ¡Basta! Alza la voz. Al que no habla, Dios no lo oye. Si en realidad quieres que se te vea como la razón por la cuál existen los comercios, habla y pide lo que deseas en servicio y calidad.
- No pienses que no vale la pena. Todo en la vida que vale la pena, cuesta trabajo. Hay que acostumbrar a los proveedores a que no nos vamos a quedar callados y eso, vale la pena. Hay que dedicar tiempo para que mejoren sus servicios y productos, también vale la pena. Hay que hacer valer nuestros derechos, y eso vale la pena.
Tal vez esto sea solo un sueño guajiro, pero toda empresa empieza así, como un sueño o idea. He llenado encuestas, he sido asertivo en cuanto a mis comentarios y sugerencias. Busco contestar las entrevistas de salida que me hacen. ¿Por qué? Porqué quiero ser el mejor Comprador Inteligente posible. Pero si no pongo de mi parte, no lo voy a conseguir.
Y tú ¿Qué estás haciendo para tener lo que quieres, como quieres y cuando lo quieres?

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