¡Uy! A todos nos gustan los aparatos que retan nuestra mente, Nos gusta tocarlos, ajustarlos, hurgar en sus entrañas para ver como funcionan. Ese era mi problema con los relojes despertadores y en más de una ocasión mi mamá me tuvo que corregir por abrirlos y ya no ser capaz de armarlos de nuevo.
Hoy la ciencia y tecnología han permitido que aparatos que antes eran de una sola función, ahora puedan incluir varias funciones. Un ejemplo serían los refrigeradores que tienen despachadores de agua fría, despachador de cubitos de hielo ¡y hasta con navegador de Internet¡
No se a quién se le podría ocurrir que un refrigerador necesita acceso a Internet, pero eso nos debe de poner a pensar y cuestionar si en realidad necesitamos todos los aditamentos, programas y funciones que muchos aparatos ofrecen en la actualidad.
El Radio que la empresa me proporcionó tiene agenda para 300 contactos con capacidad de guardar por cada entrada10 números telefónicos, 3 correos electrónicos y 2 números de radio. Tiene un cronómetro que me indica cuanto duro cada llamada y lleva un acumulado de tiempo. Tiene cámara de 1.2 mega píxeles con servicio de edición de imágenes, reproductor mp3 con capacidad de listas de reproducción y creación de carpetas, puede tomar video, grabar dictados y varios timbres y tonos a escoger (incluida la opción de vibrar todo) que incluso puedo personalizar por nombre de agenda. Tiene navegador de Internet. Cuenta con servicio de SMS, que incluye un centro de administración de mensajes. Tiene buzón de voz. Tiene reloj despertador, GPS, calculadora (normal y científica), así como videojuegos. Asimismo, puedo configurar la pantalla externa e interna, el volumen del auricular, crear grupos de comunicación para tener radio conferencias con varios compañeros a la vez y puedo incluir tarjetas de memoria para aumentar la capacidad de las opciones multimedia. ¿Y que es lo que uso? Radio, teléfono, agenda y cámara. No más.
No uso lo demás porque no tengo tiempo de jugar para descubrir todas y cada una de las maravillas que ofrece, que por cierto, se están ya convirtiendo en el estándar de los celulares.
El único pero que llegan a tener todas estas maravillas tecnológicas, es que entre más complejas, se hacen más propensas a dañarse. Y no me refiero aquí únicamente a los celulares, sino a todo el conjunto en general. Entre más pitos, silbato y banderas tenga un producto, más caro es su precio y más cara es su reparación.
Ahora, no tiene nada de malo tener cosas como estas si en realidad se van a aprovechar, pero ¿Cuándo fue la última vez que revisaste tu correo en el refrigerador? ¿O cuando programaste tu DVD para que grabara un programa? ¿Cuántos mortales necesitamos una cámara con resolución de 12 mega píxeles?
Siempre tenemos que ver cuales son nuestras necesidades reales, para en base a ellas, conseguir lo que cumpla con tales necesidades. Debemos de tener un presupuesto definido sobre cuanto podemos gastar y apegarnos a el.
Los collares y espejitos son bonitos, pero poco prácticos. Deja de comprar artículos con collares y espejos y compra lo que en realidad necesitas, no lo que deseas para sentirte popular, aceptado o en onda. Es cierto, no vas a comprar un artículo que sea blah. Nuestras compras son un reflejo de quienes somos, el problema es que nos dejamos llevar por la idea de que la imagen lo es todo… y no lo es.
Como Comprador Inteligente que eres, investiga, compara y elige lo que cumpla con quien eres. En este caso, más no significa necesariamente mejor. Lo sencillo siempre sobresale ¿o no?

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